domingo, 18 de marzo de 2007

Una triste cancion de cuna




Me bajo del auto con mi mochila al hombre y me despiden con un "nos vemos más rato". Respondo ausente mientras suena una canción que me gusta en mi mp3. Miro el cielo, para asegurarme de que es el mismo que solia ver. Hace mucho que no vengo. Todo ha cambiado, pero sigue igual. Me lleno los pulmones de ese refrescante aire con olor a sal. Su imagen pasa por mi mente como una gaviota y me recorre un escalosfrío. Debo verla. Me quedo parado en mi sitio un momento... Todo es familiar. Es de esas situaciones en que sientes que hasta las plantas te dan la bienvenida. Voy pasando por las vitrinas que recorrí alguna vez. Miro a los vendedores como si ellos tuvieran que recordarme por alguna razón. Me veo en el reflejo del vidrio. He cambiado. ¿Me irá a reconocer? Sigo escuchando esa cancion melancólica. El tipo en el vidrio sigue supaso. Saludo al conserge amigo del edificio con piscina al que me dejaba entrar cuando el calor mataba y las playas estaban llenas... Conversamos dos segundos y me despido, tengo que ir a verla. Paso al lado de la verdulería y me pongo a conversar con la tía que siemrpe me guardaba los mejores tomates. Pero no me entretengo. Esa triste cancion suena fuerte, y a medida que avanzo, siento ams pesada la mochila y el nudo de mi garganta. Voy pensando en qué le voy a decir cuando la vea. Repaso el discurso una y otra vez en mi mente, incluso en voz alta. Abro la puerta y dejo mis llaves y apago mi mp3. No sé lo que es más triste que todavia reconozca este departamento como mi hogar, o que ya no me sintiera en casa... Llego al umbral de su pieza. Ahi está sentada. No se da cuenta de que estoy aquí. Olvido mis palabras ensayadas. Esa triste cancion de cuna suena aún mas fuerte y ya no puedo escuchar mis pensamientos. Le grito "¡te quiero!" pero al abrirse mis labios no sale nada... Finalmente me ve... Me reconoce y me tiende sus brazos llamándome tiernamente por mi nombre como sólo ella puede pronunciarlo. Voy y nos abrazamos. Quiero decirle "mira como he cambiado, mira como he crecido", pero no puedo, no puedo hablar... Soy un niño otra vez. Siento tibios los ojos. Sólo la abrazo, me da un beso en la mejilla y es como agua en el desierto... esa cancion de cuna ya no es triste... y sólo quero quedarme así, en el sitio más seguro y tibio del mundo... Hace mucho tiempo que no lloraba... Hace mucho tiempo que no veía a mi vieja...

5 comentarios:

Javier Neira dijo...

wn... es q weon... la cagó
muy bonito texto, la verdad es q e es dificil tratar de relacionar lo q te pasa a ti, venirse de viña a vivir acá, lejos de la familia y a la ciudad menos amigable de chile... pero todo es por algo, por lo menos te hace apreciar más los momentos con la familia, o no?
saludos pues... y nos estamos viendo, chau

Jaci dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
fluorescente primavera azul dijo...

aii nunca pensè qe tendrìamos gustos tan parecidos.
un dìa deberìamos hablar de eso.
te posteo de mi blog, en qe qe borrè todo no me preguntes por qè. pero en el qe empiezo de cero
besos!

Nacho ® dijo...

Mamón...

No mentira. Está emotivo, llorón y sabroso el texto.

Vale la pena pensar lo poco amigable que es el mundo en donde vivimos. Hace pensar claramente en lo que hacemos y como afecta a los otros, como vive la vida un sujeto más... uno medio despilfarrado que come scoobygalletas.

En Fin, saludos cabro.

Nos vemos.

dani dijo...

Tengo que concordar con Jacinta. Me emocioné demasiado cuando lo leí; al principio juraba que se trataba de un antiguo amor viñamarino, pero no, era aún más profundo que eso.


Tienes algo muy especial Kike, una esencia genial. No te voy a decir "consérvala" porque sería ridículo, siempre la tendrás consigo, es lo que te hace quién eres.